martes, 30 de marzo de 2010

Marcos Juandó @ Soul Club BCN – The Awakening


Cuando Marcos Juandó anunció, hace ya tiempo y casi por lo bajini, que –ocasiones excepcionales aparte- no iba a volver a ejercer el noble arte del pinchoteo vinílico, muchas y muchos no se dieron cuenta de lo que se perdían: la posibilidad de escuchar y bailar lo que ofrece uno de los más solventes connoisseurs en lo que a sonidos blackamericanos se refiere, de nuestra ciudad.

Gradualmente, quienes habíamos gastado con deleite toneladas de suelas de zapatos y metros de pistas de baile al son de sus siempre atinadas sesiones, le hemos ido viendo volver a las cabinas de algunos locales como JazzRoom o Marula. Un, cada vez más esperanzador, retorno a esa normalidad, que debería fundamentarse en la lógica: esa lógica aplastante que impone que un buen DJ, capaz de satisfacer a todos los públicos, con un criterio, una destreza y una colección de infarto de miocardio, sea –o debería ser- habitual en las noches de su ciudad.

Tras esta escalada vuelta al ruedo, Marcos se reengancha ahora completamente a la maravillosa práctica de mover esqueletos ajenos con regularidad, con su primera residencia en años: cada jueves (por lo menos durante abril y, se espera, en los meses posteriores) en el barcelonés Soul Club; combinándolo con su principal actividad, la de apagar el mono de centenares de discófilos a través de su tienda, Discos Juandó.

Casi parece un nuevo despertar, como el que transmitía hace 40 años Ahmad Jamal, a través del álbum del que hemos robado el título para este post: The Awakening. Que es como decir, no nos hemos dormido, señora; y aquí estamos: con los ojos bien abiertos, alerta; escalando nuevas cimas.

Y ya era hora, ¿saben? Porque no era justo que una de las personas básicas, para entender los importantes avances que esta ciudad ha experimentado a nivel de música negra de calidad, no siguiera aireando lo mejor de su maleta aquí y allá.

Pero esto no es todo. Además de que ahora los jueves hay algo que hacer en Barcelona si gusta uno de todos esos sonidos ligados al Soul, al Funk y al Jazz de baile; Marcos otea más locales y fechas a confirmar –incluida la posible permanencia en Soul Club más allá del mes de abril- en un futuro próximo.

Así que estense al loro.


Marcos Juandó @ Soul Club
Cada jueves de abril, de 23h00 a 02h30
C/ Nou de Sant Francesc, n.º 7 [Barri Gòtic]- Barcelona
Entrada: 5 € con consumición

miércoles, 24 de marzo de 2010

Ron Silva lidera, de nuevo, a sus Monarchs


Preámbulo: no podemos (ni queremos, ojo) evitar agradecer otra vez -y las que haga falta- al blog de Modgeneration, por su prontitud en informarnos de cosas interesantes.

Esta vez, gracias al susodicho blog, nos hemos enterado de que, tras años de prestar su talento a lo más granado de la escena Mod-R&B californiana, Ron Silva vuelve (otra vez, sí) a liderar a sus Monarchs (qué raro suena esto dicho en este país, por cierto), para seguir desgranando ese repertorio a caballo entre el R&B y el Soul de los primeros 60. Un repertorio donde coexisten temas originales como I Did My Part, con versiones de Rufus Thomas o Bobby Bland.

Todo ello, claro está, ejecutado con el pertinente dinamismo, el swing, el groove, el bop. Vamos, esa agilidad visceral que se conecta a los pies y los empuja al paso de baile, y a los dedos, provocando su chasqueo, y a la cara, que provoca sonrisas, ojos cerrados y algún que otro “yeah” o “sí señorrrr!” mientras el repertorio avanza por los oídos y corazones del público.

Bueno, pues eso, ese knack, también lo tiene Ron Silva.

De hecho, I Did my Part fue el tema, convenientemente endiscado en siete gloriosas pulgadas para el sello Get Hip en 1994, con el que Silva trascendió su condición de músico local del entorno vintage R&B californiano. Un entorno que, de esta manera, volvió a estar en auge desde los mesolíticos días de The Crawdaddys, gracias a él, además de a Nick Rossi (otro enfant terrible del citado entorno) y de los -nunca suficientemente añorados- Loved Ones, con los que Silva y Rossi colaboraban, y que fueron la gran esperanza del R&B blanco durante esa década de los 90, en la que ver a señores sobre un escenario haciendo lo correcto, con instrumental añejo y amplificación valvular era, simplemente, rarísimo. Y más desgranando un repertorio deudor de Lee Dorsey, Ike & Tina o Buddy Guy. Y ya no decimos, lo raro que todo eso podía parecer por estas latitudes.

Silva ya ha amenazado en varias ocasiones con un retorno que, finalmente, nunca ha trascendido el ámbito local de California. Crucemos los dedos, pues, para que esta vez sea diferente, y este cantante recompense ese océano de tiempo que ha caracterizado nuestra espera, con una gira y/o con nuevas apariciones en vinilo.

A fin de cuentas, hacía ya tiempo que no se hablaba del entorno Mod-R&B Californiano. Y, ya saben; estas cosas son cíclicas.

[Más información en el MySpace del artista que, como habrán adivinado con la lúcida sagacidad que les suele caracterizar, se halla enquistado en nuestra sección de links, un poco más abajo]

lunes, 22 de marzo de 2010

Penniman introduces Jerome – “Para mí, lo anormal es editar en CD”

Tras meses de implacables persecuciones, inconfesables amenazas y chantajes morales dignos de telenovela boliviana, por fin hemos conseguido que el amo y señor de Penniman Records, el barcelonés Enric Bosser, nos resuma su trayectoria y, de paso, nos introduzca a su nuevo vástago, el sub-sello Jerome Records, dedicado al R&B pre sentido común (como él mismo diría), y con el que acaba de editar dos imprescindibles referencias firmadas por Little Richard (en sus años pre-Specialty) y Bo Diddley (en su faceta de sessionman).

Las respuestas que, por fin, Enric ha tenido a bien remitirnos, le delatan como insólito portador de un inquietante sentido del humor (de ese que se tarda unos –cuantos- segundos en pillar, antes de asentir y reír cosa mala), a la vez que apasionado cultor de grandes canciones de casi todos los estilos que molan (lo cual es casi tan insólito como lo anterior).

Lo siguiente será adentrarse en el maravilloso mundo de su(s) sello(s), su catálogo de venta por correo, y sus libros. Pero antes de que todo eso ocurra, aquí está lo que nos tiene que decir Enric al respecto, en forma de preguntas y respuestas. Estas últimas, listas para ser deglutidas, como si de una jarra ‘blanca’ de las que sirven en la barra del Bar Ramón se tratara.

Chin-chin.

Penniman nace como catálogo de venta por correo, hasta convertirse en tienda online, sello discográfico (en 1998) y, por ende, en editorial. Cuéntanos un poco cómo ha sido este proceso, con qué expectativas arrancaste, con qué obstáculos te has encontrado y, de paso y para hacerte perder el tiempo y la paciencia, cuál es tu/ vuestro criterio.

"El proceso ha sido el típico en estos casos: muchos sellos nacen cuando el tendero de turno, animado por las ventas de discos mediocres, se lanza y decide probar suerte editando algo que él considera “bueno de verdad”. Por otra parte, un sello suele convertirse en mailorder o tienda cuando el disco “bueno de verdad” no lo compra ni la familia y se ve obligado a intercambiar copias con otros sellos.

Expectativas cuando empecé: básicamente poder vivir de esto al cabo de unos años. Entre tú y yo: nunca he estado más lejos de conseguirlo.

En cuanto a los obstáculos, nada destacable, aparte de impagados o de recibir visitas de gente desequilibrada a la oficina.

Respecto al criterio, no lo tengo claro. La propuesta de Bo Diddley define bastante bien por qué me atrae la música que acabo escuchando y/o reivindicando: 50% genial, 50% gran estafa. Por otra parte, hace relativamente poco descubrí que casi todos mis grupos o artistas favoritos tienen algo muy curioso en común: no es fácil soportar más de 10 temas suyos del tirón. En cuanto al sello, a la hora de escoger lo que edito, suelo apuntar un poco más alto de lo que me correspondería, o eso creo, y escojo mis canciones favoritas. De momento ya he colado unas cuantas. "

Lo de los libros, desde la salida de la biografía de Little Richard en Castellano, parece que va bien. ¿Alguna novedad (que puedas adelantar) a la vista?

"Novedades, pocas. Todo va muy, muy despacio. En cualquier caso, lo siguiente será la edición en castellano del clásico de Nick Tosches, Unsung Heroes Of Rock and Roll, uno de los mejores libros sobre los orígenes de este tipo de música. Presenta –con sabiduría, criterio y finísimo sentido del humor- a parte de los artistas, en su mayoría de R&B, que sentaron las bases de lo que vendría más tarde, con Elvis y toda la mandanga. Está mal que yo lo diga, pero Nick Tosches es un grande y Unsung Heroes
... un libro acojonante. Estará listo en un par de meses… y yo creo que 73 copias bien buenas ya se venderán. "

Compaginas toda esta actividad con tu militancia en los decanos (junto a Las Sombras) del punk rock sin mariconadas de BCN: The Meows. ¿Cómo le va al grupo?

"Pues muy bien, buen rollo y sin quejas, sobre todo gracias al hecho de que ensayamos menos que los Beatles. No nos vemos muy a menudo y cuando conseguimos quedar siempre hay sorpresas: uno se ha dejado barba, el otro se ha mudado o se ha roto algo y cosas por el estilo. Por lo demás, si todo sigue su curso, en un par de semanas saldrá un single compartido con los Nervous Eaters y en mayo –se dice- grabaremos el cuarto LP."

Se conoce que en tu casa anidan discos muy buenos y muy pinchables. ¿Harás algún día el favor de ponerte tras una cabina?

"Bueno, además de la música también me gustan los discos, y si son pequeños y viejos mejor, pero –con todos mis respetos por la gente del gremio- nunca he comprado ninguno pensando en su 'pinchabilidad', y mucho menos en si es o no 'bailable'. Además, la noche me confunde y hacia la una ya estoy 'cansado'."

Ahora, además del sello, el catálogo online, el grupo y de la editorial, sacas Jerome Records. ¿De qué va la cosa?

"Es un nuevo sub-sello de reediciones orientado al R&B, aunque abierto al Rock ‘n’ Roll y al Soul. Si no se va a la mierda en tres meses, la idea es editar favoritos de un servidor, recopilatorios, alguna que otra rareza y poner de nuevo en circulación versiones mejoradas –dentro de lo posible- de clásicos ya reeditados en el pasado pero que no se encuentran con facilidad o a precio joven. La intención, por supuesto, es que tanto el sonido, como la presentación estén a la altura del contenido y demás tópicos."

Acabas de editar dos referencias, respectivamente de Little Richard y de Ellas McDaniel. Cuéntanos un poco qué contienen a nivel musical y no sólo. Y por qué vale la pena comprarlas.

"El de Little Richard incluye todos sus singles previos a su fichaje por Specialty, todo el material Pre-Tutti Fruti, para entendernos; los 45’s de R&B que grabó para RCA y Peacock entre 1951 y 1953, con las bandas de Johnny Otis y Billy Wright o con sus grupos de acompañamiento, los Deuces Of Rhythm y los Tempo Toppers. El segundo es una recopilación de singles con temas en los que Bo Diddley participó como músico de estudio, compositor y/o productor. Incluye, sobre todo, material de Chess y OKeh. Las notas de contraportada son de George White, el autor de Living Legend, la biografía de Bo Diddley, libro que habrá que reeditar un día de estos, quizás con otro título.

En el caso de Bo Diddley, no son canciones muy conocidas pero sí muy buenas y que yo sepa nunca se han editado juntas en un mismo disco. Las que aparecen en el de Little Richard es la primera vez que se publican juntas en un LP. Aunque, francamente, yo los compraría aunque no llevaran disco dentro."

Sigues trabajando con vinilo… te lo plantearé de la manera más abierta posible: ¿por qué?

"Para mí lo anormal es editar en CD, así de simple. El otro día leí en el periódico una entrevista a un médico experto en el colon…por lo visto el hombre tiene más terminaciones nerviosas en el ojete que en el cerebro. Eso explica muchas cosas, además de responder la mayoría de preguntas relacionadas con el CD, el fenómeno MP3, etc. "

¿Algún adelanto sobre cuáles serán las próximas referencias de Jerome?

"Cómo no. Hay tres LP’s en los que ya estoy trabajando. El próximo es un recopilatorio que incluirá todas las grabaciones en las que participó Peggy Jones -también conocida como Lady Bo- durante los 50. Fue la primera guitarrista femenina de la banda de Bo Diddley, antes de que La Duquesa
ocupara su puesto. Además de tocar con él, también grabó algunos singles con sus propias bandas de Doo Wop y R&B. Lo mejor del asunto es que muy a menudo no sólo cantaba y tocaba la guitarra sino que además componía, arreglaba las canciones, y producía los discos, algo no muy común en esa época tratándose de una señorita."


[Para zambullirse en las referencias Penniman / Jerome , tiren con el cursor hacia abajo y, en nuestra sección de links, busquen el enlace a la página web del sello/ catálogo/ editorial. Venga!, que Uds. Pueden.]

viernes, 19 de marzo de 2010

Boiler review – ritmo, soul y nervios a flor de piel


Joder Alberto, cada vez que hacéis concierto en el Boiler te pones histérico”.

Esto me lo dijo alguien. No logro recordar con precisión quién. Pero sí. Me lo dijeron este sábado. Y tenían razón.

El sonido de la sala había vuelto a dar problemas, como viene siendo habitual cuando hay concierto. Y encima quien se comió la mayor parte del marrón-tirando-a-pardo-oscuro fue Sara, encargada de arropar con su selección el concierto de sus conciudadanos, The Faith Keepers.

Así las cosas, la primera parte de la noche, mi disfrute por todo lo bueno de esta sesión del Hervidero se vio forzado a convivir con el desasosiego causado por problemas técnicos. Aún así, no nos engañemos: fue éste, a nivel musical y de ambiente, uno de los mejores Boilers que recuerdo; de modo que abróchense los cinturones, y bienvenidos de nuevo a esta crítica completamente subjetiva de cómo (agonizante) servidor vivió el Boiler de sábado.

The Faith Keepers

Simplemente, el bolo más salvaje que se recuerde en el Boiler, de la mano de una banda que, en dos años, he visto alcanzar cotas inimaginables de profesionalidad y savoir faire: un repertorio donde diversas manifestaciones de negritud vintagista tales como el Funk, el Soul o el R&B coexisten en una suerte de perfecta armonía Punk. Gran gamberrismo cool, desde Zaragoza, con un elepé de debut cuya ausencia de la colección de uno/a debería estar penada con el trullo.

DJs

Lo dicho, Saretta fue la encargada de encender la mecha y la que, por este mismo motivo, se comió uno tras otro los innumerables problemas que nos dio la mesa de mezclas al principio de la noche. Logró, no obstante, sacar adelante un set a base de latin sounds con un coherente viraje hacia el R&B, bailado por el público, y que dejó paso a un Damien Lapeyre que trasladó los pasos de baile de coordenadas R&B a paisajísticas del 60s Soul en su acepción más ecléctica (tempos diferentes, toques de Funk y Boogaloo, and so on). Tapio Väisänen, por su parte, completó la selección con una excursión alrededor de los 360º del R&B entre los 50 y los 60, con puntuales incursiones en sonidos early soul y blue eyed. De soporte, Cristina, remató la jugada con una buena selección de Early y Rare 60s Soul.

Warm-up

¡Ay, ay, ay! Aquí las noticias tal vez no sean tan buenas. Si hace unas semanas anunciábamos que no íbamos a perder las buenas costumbres, esta vez toca retractarnos y asumir con serenidad que la warm-up ya no es, ni de lejos, lo que era antes, y el público escasea cada vez más, pese a reventar al día siguiente el JazzRoom en tiempos record. ¡A la 01h30 del sábado ya estaba el aforo completo!

Es por este motivo, que hemos decidido no seguir haciendo el warm-up de los viernes en Barbara Ann, al no aportar demasiado al evento principal. Por supuesto vamos a seguir visitando la barra del mítico local y saturando nuestros hígados con tanques de cerveza o, incluso tal vez –y en otras circunstancias no exclusivamente ligadas al Boiler-, tras los platos del local, torturando la audiencia con lo más feo de nuestras maletas de discos.

Disculpas y agradecimientos de rigor

Queremos (aquí, como siempre, uso el plural a sabiendas de que hablo por nosotros tres) agradecer a Sara, Damien, Tapio y a los Faith Keepers, su buen hacer y, muy especialmente en el caso de Sara, y al numeroso público, pedir disculpas por los problemas de sonido. Esos que me dejaron cardíaco y agonizante durante buena parte de la noche.

Gracias a mis compis Jordi & Cris, gracias al personal de Mas & Mas, gracias a Ran-el, Toni & Marisa @ Barbara Ann; gracias a Francesc Gosalves por su ayuda, gracias a David Abadía por venir a hacer de técnico durante el bolo. Y, sobre todo, gracias a tod@s quienes acudís al Hervidero y lográis, fiesta tras fiesta, crear esa atmósfera tan especial. Esperamos vuestras opiniones, y os conminamos a visitar nuestro yahoo e-group para los playlists y comentar eventuales jugadas.

Alberto

[En la afoto, y ante la imposibilidad de conseguir fotos del sarao, el 45 con el que Damien cerró su sesión, ese estrepitoso llenapistas Soul de sabor latin que cosechó más aplausos que una sudorosa coyunda entre Pavarotti y Monsterrat Caballé]

miércoles, 17 de marzo de 2010

The Faith Keepers, por fin enlatados


Albricias!

El primero de esa (breve, pero tampoco nos vayamos a quejar) ristra de elepés grabados y producidos en suelo patrio que esperamos con ansia canina, por fin ve la luz. Con especial orgullo por nuestra parte, además, pues su presentación en la Ciudad Condal tuvo lugar sábado pasado en el Boiler (del que podemos prometer y prometemos crónica, en el transcurso de esta semana).

¿Y qué lleva este debut discográfico de The Faith Keepers? La respuesta es simple: 11 lingotazos de Funk, R&B, Soul, R&R y Boogaloo ejecutados con el más atinado criterio por estos cinco white negroes zaragozanos, con una producción de lujo a manos del mestre Coupé; y todo ello exquisitamente planchado en vinilo de calidad, y enfundado en una preciosa portada Salsoulera, a manos del emergente label madrileño, Lontano Records.

Un chorro de voz potente y un conjunto instrumental magníficamente ensamblado no les van a dejar parar quietos ni que hayan meditado en el Tíbet durante 10 años.

Bailar, danzar, saltar; chillarle a la vida dándole gracias por tanto ritmo hermoso: eso mismo hicieron muchos de Uds., durante el recital de la banda en el Boiler.

Y este disco, escuchen, no es para menos.

martes, 16 de marzo de 2010

Thunderbike Vol. 1 – Lástima de galleta!


Recopilado por Tapio –hombre santo- Väisänen para un ignoto sello británico, y habiéndose agotado todas las copias que el DJ finlandés trajo consigo el pasado sábado al Boiler, llega este Vol. 1 de Thunderbike, una recopilación de bombazos de R&B desde los frenéticos 50 (el Al Caplone de Vigor Fisher, por ejemplo) hasta temas ya más cercanos a los 60 como ese Be Yourself de The Antennas, sin dejar de lado algo de quality R&B blanco de la mano de un inspirado Joe Cocker y su I’ll Cry Instead, todo un brit Mod Classic.

En todo, 18 temas reeditados en consistente vinilo, enfundados en una bonita portada, y con una deliciosa contraportada donde reproducen sellos y portadas de los discos que conforman esta recopilación, algunos de los cuales uauos-uauos-uauos.

Ojo, eso sí, con la galleta. Humor Ted no apto para todos los estómagos y que al bueno de Tapio, pese a haberse limitado a aportar las canciones y punto, le ha costado una (afectuosa, eso sí) reprimenda.

Ah! ¿Para hacerse con una copia, dicen?

Bien. Pueden esperar a que se distribuya en tiendas españolas, o comprarlo AQUÍ, o pedírselo a Tapio a través de la página de su sello, Beveric Rds (en nuestra sección de links), y ver si le queda alguna copia o les pone en contacto con quien lo edita.
Sea como sea, mejor no dejárselo escapar. De verdad.

lunes, 15 de marzo de 2010

El Toro Records – “Para las majors, el R&B empieza con los Rolling Stones”

No teníamos perdón.

El enlace a la página web de este veterano sello barcelonés, con vocación internacional y consagrado a los sonidos vintage, lleva desde el primer día en la (maravillosa, lo sabemos; gracias) sección de links de este blog. Desde el día 1 de esta aventura bloguera. ¡Y aún no habíamos hablado del mismo!

Imperdonable!, exclamarán Uds. Y con toda la razón.

Porque El Toro Records es un label que, a punto de cumplir sus 15 años de existencia, mezcla todo lo sano de una buena etiqueta indie con criterio, empezando por sus orígenes, que nos relata el máximo responsable del sello, Carlos Díaz: “Empezamos como aficionados pasando de la revista Rock Therapy a sello discográfico. Los primeros años nos fueron muy bien para aprender lo básico aunque hoy día aun seguimos aprendiendo sobre el show business”.

Como ven, aquí también tenemos el ingrediente básico para la credibilidad: esto nació por pasión, y no como un simple negocio. Y su paso por el underground patrio e internacional sigue dándoles alegrías: “Las expectativas son seguir creciendo y mantener la fama que tenemos; cuesta lo mismo hacer las cosas bien que mal, así que vamos a intentar seguir por el buen camino”.

Batallando contra la falta de criterio

Hay millones de cosas que merecen ver la luz y a las que las grandes compañías no les hacen ni caso, todo lo que sea pre-Beatles no existe para éstas, y sus ejecutivos creen que el R&B empieza con los Rolling Stones”, detalla Carlos para explicar con qué filosofía encara, el sello, las reediciones que va deshornando como, por ejemplo, la reciente recopilación Got them Hillbilly Blues, que aúna a diversos artistas afroamericanos de los 50 influenciados por sonidos blancos de su momento, fusionándolos con la negritud del blues, el jive y el R&B.

Pero la labor de El Toro Records no se limita al diggin' y el sello sigue capaz de detectar y editar a artistas contemporáneos internacionales, como Cari Lee y sus Contenders (recuérdese la reciente famosa versión al femenino de Burnt Toast and Black Coffee) o Laura B & Moonlighters, que Carlos destaca con especial cariño, de entre los recientes lanzamientos de la división R&B del sello. Tampoco faltan “algunos grupos nacionales, que son muy pocos”, como los ya afirmados Nu-Niles o Los Brioles.

Obviamente, para editar discos e este sello el artista tiene que hustar a Carlos & Co. Luego, “en la mayoría de los casos, que no todos, nosotros intervenimos en todos los procesos, intentando siempre mantener una coherencia que al final es lo que interesa al que compra los discos".

Finalmente, el disco sale casi siempre en CD, aunque –por suerte- el sello no ha abandonado los licenciosos placeres del vinilo: “Hemos mejorado nuestra distribución así que hemos decidido darle una oportunidad, personalmente soy comprador de vinilos pero profesionalmente el mercado manda y de momento, por más que se diga, la diferencia entre disco de vinilo y CD es inmensa”.

Festival decano y hypes que pasaban por ahí

Además de editar discos El Toro Records organiza conciertos y festivales de los que destaca el Screamin’ Festival en Pineda de Mar (Barcelona). “Con el festival cerramos el círculo; este año 30 bandas incluyendo leyendas del género como The Comets o The Bobbettes, artistas contemporáneos ya consagrados como Kim Lenz o Nick Curran y nuevas promesas como Maibell and The Missfires o Ezra Lee... Es un festival diferente al que dedicamos todo el año y representa una buena plataforma para el sello”.

Al margen de ello, suponemos que también os salpica de alguna manera el actual hype de lo retro 50s, y que esos sonidos y esas estéticas estén de moda, le comentamos a Carlos.

Su respuesta demuestra la vehemencia de todo buen operador independiente y genuinamente apasionado con aquello que hace y defiende por encima de esas modas que, de tan atroces, hay que cambiarlas cada seis meses: “Vaya usted a saber... Nosotros asistimos a lo que está pasando sin más, ni nos va ni nos viene...

Pero no podía faltar la apostilla final: “Por el precio de un par de entradas para ver uno sólo de esos retro hypes, tienes 4 días y 30 bandas en Pineda de Mar, a finales de Mayo”.

Y, oigan, se nota la diferencia.



[En la imagen, el logo de la división R&B del sello. Para acceder a más información sobre la actividad de El Toro Records, pueden hacerlo, tal y como se les indicaba en el íncipit de este artículo, en nuestra sección de links, donde también pueden hallar el enlace al Screamin’ Festival]

miércoles, 10 de marzo de 2010

L’Atelier 13 – De cuando la Sci-Fi se hacía con dos duros y buenas ideas


1.El partido totalitario del Gran Hermano rige la ciudad de Londres en 1984. La intimidad y el libre pensamiento no existen. El deseo sexual no está permitido. Winston Smith trabaja como rectificador de información en los archivos del Ministerio de la Verdad. Su vida se verá seriamente amenazada cuando empieza a tomar conciencia de que sus pensamientos no son tan ortodoxos como exige el Partido, de que se está enamorando de Julia, una joven del departamento de novelas afiliada a la Liga Antisexo”.

2.El profesor Groves cree que el hombre ha sufrido una regresión desde la prehistoria y que todos llevamos dentro la herencia intelectual del hombre de neandertal. Tras haber inventado un suero y llevado a cabo experimentos prometedores con animales, decide, para poner fin a las burlas de sus colegas, probar el suero él mismo…

3. Un platillo volante, tripulado por seres extraños y procedente de un mundo desconocido, viene a la Tierra con una misión concreta: capturar a un ser humano para llevarlo a su lejano planeta, con fines científicos. El designado es Oliver, un escritor de ficción barata, que reparte su tiempo entre sus obras, hacer el amor con su amiga Carol y vivir en un insólito ‘ménage à trois’ con un matrimonio conocido”.

No se abrumen. No ens hem begut l’enteniment, y los anteriores párrafos no son fruto del delirio, sino tres sinopsis aleatoriamente escogidas para demostrar por dónde van los tiros cuando hablamos de L’Atelier 13, autodefinida escuetamente como “una editora española que se ha especializado en rescatar títulos emblemáticos de la Sci-Fi Clásica”.

La primera corresponde a ese clásico de política ficción británica de Michael Anderson, el orwelliano 1984. La segunda, a The Neanderthal Man, una muy oscura gema de la serie B -tirando a subzeta- firmada por el ilustre (es un decir) EA Dupont. Y la última, a esa megarrareza pionera del Sci-Fi celtíbero, aquel Hombre perseguido por un OVNI firmado, con un presupuesto equivalente al de una compra de Josep Lluís Núñez en el Día, por Juan Carlos Olaria.

Pero la cosa no termina aquí y esta veterana editora –con sede en Barcelona- sigue deshornando, con gran regocijo por nuestra(s) parte(s), lujosos DVDs (con jugosos extras, exhaustivos libretos e impar diseño) reeditando oscuros largometrajes y series de cuando a la ciencia ficción en celuloide se le echaba morro, imaginación y mujeres en paños menores, como paliativos a sus budgets irrisorios.

Y cosas como el photoshop y las infografías sonaban mucho más a ciencia ficción que viajes interestelares a Marte, criaturas de color verde que disparan láser desde su único ojo o 50 ft. women.

¡Klatu, Barada, Niktó!


[Para disfrutar de la conspicua oferta de L'Atelier 13 (los 3 ejemplos aleatorios citados en el post representan una ínfima parte de su catálogo) no duden en zambullirse en su página web a través del enlace que, para no variar, hemos incluido allá abajo, en esa insuperable sección de links que nos contradistingue]

jueves, 4 de marzo de 2010

Talcum R&B and Soul Sessions – “Estamos contentos de crecer a la sombra del Movin’ On, del Greenvillage o del Boiler”


Soulful living under difficult circumstances, que le dicen.

Al menos, así parece ser Madrid, en estos aciagos tiempos en los que, según Manuel Romero, uno de los tres responsables (junto a sus amigos Juan Rodríguez y Rafa García de la Mata) de las Talcum R&B and Soul Sessions de la Capital: “Madrid siempre ha sido y será una referencia a nivel de oferta en música negra, si bien ahora la cantidad de eventos ha caído con respecto a otros años. La causa es evidente: no hay salas. Encontrar en Madrid garitos decentes para hacer allnighters es algo casi imposible ahora mismo”.

Pero, pese a esa dificultad para “encontrar locales que se comprometan con un programa musical de calidad, al menos de música Soul” y el hecho de que “la cosa no parece que vaya a mejorar en el futuro, ya que las iniciativas "off the record" no sólo no cuentan con ayudas, sino que tienen más impedimentos que otra cosa”, ahí está esta tripleta de amigos que, con una cadencia regular –y sorteando obstáculos como un reciente forzoso silencio- lleva desde septiembre de 2008 ofreciendo sesiones donde impera la música negra de calidad, fechada entre los primeros 60 y los últimos 70.

Three close mates.

El Talcum somos 3 colegas a los que los discos se les acumulan en casa que decidieron que estaría bien crear un club de Soul, en su sentido más amplio. Como siempre, estas cosas se inician medio en broma, en la barra de un bar, la típica noche en la que parece que no hay ningún sitio decente al que ir”, prosigue Manuel, para explicar las premisas con las que insuflaron vida a este proyecto: “Nos atraía la idea de un club "accross the board" para todos los públicos”; un club no específicamente dirigido a una/s escena/s sino con un “planteamiento que nos apetecía y que otros clubs, como el Green Village, estaban ya llevando a cabo con grandes resultados”.

Una propuesta que consideraban que no hallaría demasiados consensos entre un público especializado, más ligado a estos sonidos, y –lógicamente- más exigente.

Error de cálculo.

Lo dicho. Al principio, Manuel, Rafa y Juan tenían “a pesar de (y quizá por) no tener grandes colecciones ni experiencia, la esperanza de calar entre el público que no suele acudir a este tipo de eventos de música especializada, ya que la filosofía del club es muy abierta, o más abierta de lo que suele ser habitual”.

Pero, quizás en este caso, sí se podría argüir que no está hecha la miel para la boca del asno y que, precisamente por ello, “no hemos acertado demasiado y no hemos logrado atraer la atención de ese público "heterogéneo" o no especializado, mientras que sí nos sorprendió la gran acogida que tuvo el club entre el público habitual de eventos soul. Podemos decir con gran orgullo que a nuestras fiestas acuden auténticos "connoisseurs", que no se conforman con cualquier cosa, y eso es algo que apreciamos y, a la vez, nos hace intentar crecer”.

Creemos que Movin' On, Boiler y Green Village –con éstos últimos hemos tenido, además, el honor de colaborar- son similares en planteamiento al Talcum. Aunque somos independientes, son un poco nuestros "hermanos mayores", estamos contentos de crecer a su sombra y queremos parecernos a ellos”, apostilla Manuel.

Paréntesis Forzoso.

El viernes 5 de marzo, la Talcum session vuelve, “tras ocho meses, ya que La Pequeña Bety, la sala que nos acogió desde nuestra primera sesión (en septiembre de 2008), tuvo que cerrar en enero, y la búsqueda de un nuevo local ha sido complicada, esperemos que en el Fun House, que es donde a partir de ahora vamos a estar, la cosa vaya bien, porque creemos que es perfecto para nosotros”.

Todos (“en especial, las féminas”) son bienvenidos. “Al fin y al cabo creemos que ofrecemos sesiones divertidas y seguro que algún tema que otro te llevarás apuntado para la want list. Si no, siempre nos podrás poner verde en persona o vía internet, estamos abiertos a todo”.

Y para terminar, una anécdota.

“A pesar de que el 9 de enero de 2009 cayó una enorme nevada que paralizó todo Madrid, el Talcum programado para ese día se llevó a cabo ¡y vino gente! los pocos que se acercaron, pertrechados cual esquimales, lograron caldear el ambiente de uno de los mejores Talcum que recordamos”.

Eso sólo pasa cuando un club tiene magia, hágannos caso.



[En la web del club, enlazada en nuestra sección de links, tienen a su disposición “varios CDs que compilamos a partir de nuestros propios vinilos, para descargar”. Los gocen Uds.]

miércoles, 3 de marzo de 2010

Agile, Mobile, Hostile: El arte de ser André Williams, día a día



André Williams.

¿Seguimos? ¿Hace falta añadir algo más? ¿O este nombre ya sirve –por sí solo- para recordar el halo legendario de quien –a veces, muy a su pesar, como veremos- lo lleva?

Porque no es fácil, nada fácil, encontrar a un personaje que haya significado tanto en la historia de la música afroamericana de mediados del siglo pasado. Y tampoco parece nada fácil ser él.

Desde los 50 hasta los 70, su nombre brilla como intérprete de grandes canciones tales como Jail Bait o You Got It and I Want It; como compositor (suyo es, por ejemplo, ese Shake a Tail Feather interpretado por Five Du-Tones, James and Bobby Purify, Ike & Tina y hasta mi vecina del quinto; Thank You for Loving Me de Stevie Wonder o Twine Time de Alvin Cash) o como productor y A&R para gente de la talla de Nathaniel Mayer, Contours o Chi-Lites.

Durante su historia, su repertorio adopta todas las caras menos amables del Blues, el R&B, el Soul y el Funk. Lux Interior (EPD) acabará diciendo de él que “Hace que Little Richard suene como Pat Boone”. Nada fácil, ya lo ven.

El atolladero.

Llegada la difícil década de los 80, Williams atraviesa el grueso de su particular calvario vital, un largo campo de minas donde no falta la adicción a las drogas o años viviendo en la indigencia. Él, que había producido a Mary Wells y había hecho mover el esqueleto a más de uno con su Greasy Chicken. Él, en quien George Clinton confió como sólo un cachorro lo hace de sus mayores, curtidos en mil batallas, en mil escenarios, en mil gritos aullados en vivo y grabados en disco de siete pulgadas. Él, ahí, en 1993, helándose el culo de frío en un inhóspito puente en Chicago, pidiendo calderilla y sobreviviendo mal y con desgana.

Y (finalmente) él, que tras cerca de dos decenios arrastrándose cada vez más en la mugre y ahondando su reptar en la miseria, resurge acreditado como lo que es: una leyenda viva del lado más salvaje de la Blackamerica musical. Ese chamán influyente de cuyo nombre casi nadie se acordaba, cuyas canciones –probablemente- jamás lleguen a incluirse en el G.A.S. -ni maldita falta que hace-, resurge de los detritos y vuelve a los escenarios, a la composición; a brillar con su luz poderosa y perversa.

La película.

Desde marzo de 2006 hasta julio de 2007, los directores Tricia Todd y Eric Matthies siguieron el día a día de Williams, con la intención de grabar un documental sobre el mismo. Así salió, en 2008, Agile Mobile Hostile - a Year with André Williams, un documental que recoge una cotidianidad que, según la nota de prensa de la película, “para André, puede significar ensayar para un concierto en Chicago, una grabación de estudio con Jon Spencer, en Michigan; un concierto para fans enfebrecidos en Croacia, dar una entrevista de radio en Serbia o marchar a un desfile de Mardi Gras en Nueva Orleans”, todo en pocas semanas.

Pues eso. El día a día de Williams, el definido (entre millares de otras cosas) como The Black Godfather; una radiografía de su presente como resucitado paladín de muchas de esas cosas que valen la pena. Y, no crean, en esta radiografía el artista no se apalanca, dejando que se le contemple, sino que entra al trapo.

¡Y cómo lo hace!: Explicando esas heladas de culo para conseguir dinero, explicando quiénes son sus amigos y qué es su vida, explicando sus adicciones; explicándolo todo (o casi). Explicándose a sí mismo, realmente. Y haciéndolo de esa forma beligerante, delirante, excéntrica, cálida e inmensamente humana y cercana. Tanto, que casi parece estar asistiendo a su música, a su arte, hecha palabras e imágenes.

El arte de ser André Williams. De eso va esta película.

Que la disfruten.


[Para más información sobre la película, pueden acudir a la página web de la misma, a través de nuestra sección de enlaces. Para verla, en cambio, pulsen AQUÍ. Gracias a David Gil por señalar la película!]