[English Text below]
Estimados/as amigos/as,
Tras meditarlo durante largo tiempo y consensuarlo con mis socios, hoy anuncio que he decidido dejar de formar parte de la organización del Boiler Rhythm & Soul Club Barcelona.
Cuando Albert Petit y yo empezamos con esta aventura, hace casi 8 años, nunca imaginamos que el club llegaría a adquirir estas proporciones.
El caso es que la cosa ha crecido de forma excesiva y, en mi opinión, desmedida. Y tras cuatro años desde mi reincorporación al proyecto, me doy cuenta de que a estas alturas funciono con puntos de vista y dinámicas distintas de las que caracterizan a Cristina y Jordi, que desde 2007 han sido mis socios en este asunto.
Siempre he pensado que una buena base para el correcto funcionamiento de un club es, además de tener muy claro qué se quiere hacer y hacia adónde se quiere ir (esto es, una política sólida, unidireccional y sin fisuras), una buena complicidad entre los responsables del equipo que lo gestiona y una buena cantidad de ilusión.
Pero las dimensiones adquiridas por el Boiler, de alguna manera, ‘traicionan’ esa idea original, underground, secretista, que vio nacer el club; la que a mí me gusta. Al mismo tiempo, esta percepción mía choca, además de con la realidad de los hechos, con el punto de vista de mis socios; lo cual genera una lógica colisión de puntos de vista, y deriva en que, en los últimos tiempos, muy a menudo hemos remado en distintas direcciones. Una situación que se ha terminado tornando, obviamente, incómoda para todos.
Quien se acaba llevando el peor palo es la ilusión. Esa cosa que te recorre el espinazo cada vez que encaras una de esas tantas fiestas del mañana, a las que vas a aportar tu granito de arena.
Así las cosas, creo que lo más honesto que puedo hacer para no seguir teniendo la sensación de estar traicionando una idea de club que ya no se corresponde a la realidad, es engrosar las filas de asistentes / fans del evento y aparcar mi faceta de coorganizador del mismo.
Eso sí, deseo fervientemente expresar mi gratitud a todos cuantos han colaborado en dar vida al proyecto: Petit, Cristina y Jordi, por supuesto; pero también Marcos Juandó, Juan Carlos Reyes, Juan Ibáñez, Javi Trojan, Sara Ramos, Marina Domingo, Raquel Ares, Marc Aureli, Marc Tena, las bandas y DJS, y todos los que, en un momento u otro, habéis aportado vuestro trabajo. Gracias, asimismo, a todos aquellos que, en un momento u otro, habéis acudido al club.
Y muy especialmente, quiero expresar mi eterno agradecimiento a Frank Dubé y Laura Martí, y al personal de Mas i Mas (Carol, Albin, Xavi y el personal del JazzRoom al completo) porque, sin ellos y sin su apoyo, sin su profesionalidad y cercanía, esto no habría pasado de ser una idea plasmada en papeles y charlas de barra de bar. Va por tod@s Ustedes.
Por mi parte, siempre voy a estar orgulloso de haber cofundado y puesto en marcha este proyecto, un evento muy singular en la cartografía nocturna de este país, pero que en adelante me tomaré como una fiesta a la que apoyar desde fuera, acudir y nada más (ni nada menos, espero). Por otro lado, y ya en calidad de tío-que-coorganiza-cosas, no se preocupen que seguiré dando la tabarra junto a otros compinches, con otras iniciativas que se correspondan más al concepto de club underground que, personalmente, me gusta y defiendo.
De hecho, ¿saben Uds. qué?
Que pensándolo bien, los nuevos proyectos ya me hacen sentir el escalofrío de la ilusión, volviendo a recorrer mi espinazo a 120 Km/h; oigan.
Nos vemos!
Alberto Valle