
Seguimos con la entrevista que habíamos empezado AQUÍ, en esta segunda (y última) parte, donde Kiko Amat prosigue hablándonos de fanzines, de discos, de su próxima obra, de literatura actual española que vale la pena y de su playlist póstumo, para convertir sus exequias (y las de cualquiera) en una verdadera bacanal.
Gócenlo Uds.
¿Por qué la crítica (o parte de la misma) sigue confundiéndote con la llamada como Generación Nocilla? ¿Qué autores salvas que estén (justa o erróneamente) incluidos en esta etiqueta?
A nadie. No me gusta nadie de los Nocilla (menudo nombrecito cursi), y todos ellos operan en las antípodas de lo que yo hago. No me interesa la metaliteratura, y odio la concepción posmoderna de la historia y, en particular, de la narrativa. Que me incluyan ocasionalmente con ellos es vagamente insultante, pero supongo que lo que intentan los que lo hacen es diferenciarme de los carcamales de siempre y meterme en el saco de gente más "pop". Tampoco me gusta, por cierto, su genuflexión ante la Alta Cultura, y su constante deseo de ser incluidos en los canales de la cultura seria. Yo vengo de otro lugar. Para mí, que destrozaran Rompepistas en el Babelia fue una grandísima confirmación de haber hecho lo correcto. Como cuando en el NME un periodista hippie y fan de Jethro Tull escribió lo de "The Jam: overrated" tras verles en no sé qué festival multitudinario. Estas cosas le enorgullecen a uno, la verdad. Tengo esa crítica enmarcada en mi despacho.
Ah, por cierto: mis dos escritores españoles favoritos son el fallecido Francisco Casavella y un autor asturiano que se llama Pablo Rivero. Su La balada del Pitbull es el primo hermano de Rompepistas, por si alguien quiere investigar.
Al margen de los libros y el articulismo, andas metido en otros proyectos como el sello Doble Vida Discos. Cuéntanos un poco más de qué va esta historia.
Con dos hijos, una novela en ciernes, una obra de teatro (muy particular) a medio hacer, un libro de ensayos musical-autobiográficos llamado Mil Violines, acabado de entregar a Mondadori, los artículos para La Vanguardia y RDL, el fanzine, un libro en catalán de sketches humorístico-neuróticos recopilando peleas con mi señora también a medio escribir... No me queda mucho tiempo para el sello, la verdad. Creo que soy el que menos se implica en las tareas prácticas, aparte de llamar por teléfono a ingleses borrachos. Doble Vida es un sello de split singles (un artista local, uno extranjero, por cara) que hemos creado con unos amigos fans del 7" y de la música pop chula. Es una cosa bien gloriosa en la que estar, aunque lamentablemente mi aportación sea tan magra.
¿Mil Violines? ¿Debemos esperarnos una suerte de 31 Canciones de Hornby, pero a lo Kikoamatesco? Adelántanos algo de esta nueva obra, pls.
Como todos los lectores van a decir lo del 31 Canciones, mejor aceptarlo ya y seguir adelante. Sí, Mil Violines es un libro de ensayos sobre canciones; en eso se parece al de Nick Hornby. No, en el mío no sale la J. Geils Band ni Nelly Furtado, y menos aún Rick Springfield. Digo, Bruce Springsteen; siempre los confundo. Qué más: en Mil Violines, además, se parte de la base de que el crítico es un ser humano con abuelos fallecidos, culpas, remordimientos, filias y neuras. No es un puto robot que hace crítica como resiguiendo plantillas de Geografía, 7ºEGB. En el mundo del periodismo musical se impide una y otra vez la participación del humano en los artículos, pretendiendo que el resultado será "crítica objetiva". Mil Violines parte del hecho de que la "crítica objetiva" no existe y, de hacerlo, no sería algo particularmente positivo ni deseable. Esto son discos y canciones, no patentes de maquinaria alemana: analizar cimas de la emoción humana sin que en el proceso participe la emoción es un sinsentido total. En este libro se habla de discos, de cómo influyeron en el que escribe sobre ellos, qué alteraciones provocaron en la vida del fan, qué momentos puntúan. A veces se teoriza sobre el grupo y el contexto (en el capítulo sobre mod revival y el Maybe Tomorrow como marsellesa moderna), a veces la canción es el telón de fondo donde pasan las (auténticas) patoaventuras del autor. Como "Cricklewood, 1995", que es el capítulo sobre el duro invierno de 1995: yo, mi hermano y un amigo incrustados en Cricklewood, Londres, mientras en el mundo suena una y otra vez la inmunda Wonderwall. O sea, que hay un poco de todo: ensayo, narrativa biográfica, exultación y entusiasmo, y unos cuantos diálogos-peleas con mi señora, que siempre son entretenidos de observar. Creo que saldrá a principios del 2011, en Random House/ Mondadori.
También sigues editando, junto con tu hermano, Uri Amat, el ‘zine La Escuela Moderna, en homenaje a Ferrer i Guàrdia, con una peculiar línea ética y unas condiciones muy particulares; que te pedimos –por si no lo habías adivinado- que nos expliques. De paso, si te marcas un recorrido de tu producción fanzineril, se agradecerá.
Empecé a escribir fanzines a los 14. Estaba en uno político (independentista) local de Sant Boi, del que me echaron por maquetar con fotos de Dead Kennedys y el Dance Craze y meterme con la línea oficial del partido. Desde entonces nunca he dejado de hacerlos: el mod-punk-garajero-teen (Rowed Out!) junto a mi hermano, el indie-riot-punk-mod mosqueado (Vendetta), el hardcore-punk-mod con grandes pretensiones (Hangover)... Hay más, pero tampoco hace falta. Digamos que La Escuela Moderna (que también co-edito con mi hermano) es el mejor que he hecho. Si no fuera el nuestro, sería mi fanzine favorito. Todos nuestros escritores son excepcionales, muy informativos, pero a la vez muy divertidos. La línea es difícil de explicar: es de izquierda cachonda, radical de boquilla, anti-tecnocracia y anti-cinismo y anti-posmodernidad, y pro-entusiasmo, pro-obsesión, pro-pasión, pro-risotada, bastante mod y punk rocker en espíritu.
Por último, y para no alargar demasiado todo esto, ¿deseas añadir más comentarios, desde agradecimientos hasta juramentos de asesinato?
Listas, siempre listas. Estas son las canciones para mi funeral, que me dio por recopilar ayer. Pasadlas a un notario, que no quiero que luego suene algo horripilante.
THE JAM: Ghost
TIM HARDIN: If I was a carpenter
SMOKEY ROBINSON & THE MIRACLES: The tracks of my tears
MOSE ALLISON: I love the life I live
ASTRUD: La nostalgia es un arma
JOYCE: Clareana
GENERATION X: Kiss me deadly
THE CLASH: Stay free
DEXY’S MIDNIGHT RUNNERS: All in all (this one last wild waltz)
THE BEAT: End of the party