
Curiosa historia, la de Modern World Shop.
Ante todo, se trata de un negocio online que, desde Barcelona, Madrid y La Mancha, provee al público mod y sesentero femenino con vestidos para lucir en weekenders, allnighters, clubes y hasta comuniones, si nos apuran.
Si quieren saber más, sigan leyendo porque hemos interrogado a Vicky, una de las responsables de este “negociete familiar” que, “desde hace unos siete meses”, tiene por objetivo “cubrir una demanda exigente, como es la propia del público mod, pero muy poco cubierta hasta ahora”.
“Los orígenes del proyecto se remontan al momento en que mi madre, tras unos veinte años dedicados al oficio de la aguja, se queda en paro consecuencia de la archiconocida crisis”. Ahí es cuando Vicky y su hermana se alían a su madre para buscar posibles soluciones que fructifican en este Modern World Shop. “Conocía el problema que muchas chicas de la escena tenían por la falta de modistas y las dificultades para encontrar ropa y en particular vestidos afines a los gustos mods, así que decidimos unir la amplia experiencia de mi madre como modista, con las ideas y diseños que yo le iría proponiendo. Sin pensarlo demasiado compramos tela, le propuse una serie de diseños y probamos suerte con unos cuantos vestidos. La respuesta del público fue sorprendentemente rápida , lo que nos animó a meternos más de lleno en el tema”.
Y así hasta hoy, en que “se puede decir que el negocio es de mi madre, que tiene el taller de costura en su casa, con varias máquinas de coser, planchas y demás artilugios propios de una persona que lleva más de 20 años en el oficio; y yo y mi hermana la ayudamos -sin ánimo de lucro- en el tema de los diseños y promoción”.
Y por ideas que no quede
Porque lo más normal es que el miedo se apodere de quienes, acostumbradas a adquirir ropa que previamente han visto y palpado, se echen atrás a la hora de pedirle sus futuras vestimentas a una pantalla de ordenador.
Para ello, explica Vicky, “venimos organizando últimamente sesiones que llevan por nombre Tupperdress -por el momento, uno en Madrid y otro en Barcelona-, que vienen a ser reuniones en casas particulares, con número de invitados limitado y donde presentamos nuestros vestidos para que toda aquella que lo desee, pueda verlos, probárselos y si quiere comprar alguno de ellos. Todo ello, acompañado de café, té, algo de picoteo y por supuesto, buena música...”.
¿Y compran?
“Bueno, la idea del tupperdress no es tanto vender sino, dar la posibilidad de ver y tocar ‘en vivo’ esos vestidos que normalmente sólo se pueden ver en fotografía, precisamente, para que se pueda apreciar in situ la calidad de los acabados, el tipo de tela y el trabajo en sí mismo. En fin, el trabajo respaldado por la amplia experiencia de una persona con 20 años en el oficio”, apostilla Vicky quien promete más novedades y noticias en los próximos meses.
[Para encargar su vestido o adherir a una sesión de tupperdress, pueden acceder a la página web de Modern World Shop mediante… a ver si lo adivinan… Sí! Exacto! nuestra sección de enlaces! Acudan allá, pues, sin mayor demora]