lunes, 11 de enero de 2010

Dani Llabrés – “Mi principal inspiración son los dementes de los que me rodeo”


Agitador cultural. Hedonista beodo. Mod sibarítico. Protagonista de grandes conversaciones, y objeto de muchas más. Amante del cine de la B a la Z. Adorador de discos recónditos de Soul, Jazz, Blues y música jamaicana. Fan en eso de combinar como es debido trapos debidamente elegantes. Tras sonadas incursiones en el cine, el fanzinerismo y la literatura demencial, el valenciano Dani Llabrés amenaza con su novela de debut, cuyo título, El Día que a Dios le dio por existir (10 plagas y 20 canciones para la escoria del soul), ya lo dice (casi) todo.

Incapaces de esperar a leerlo, hemos decidido remitirle un breve cuestionario para que nos hable de su novela y, de paso, arroje algo más de luz sobre quién es, realmente, Dani Llabrés. Y cómo lo hace.

Antes de empezar, cuéntanos un poco quién eres y, si te ves con ánimos de trascender los datos anagráficos, por qué.


Vaya, veo que empezamos fuerte. Pues en cuanto a quién soy (esa gran pregunta que cada vez nos hacemos menos) diría que la cosa oscila entre un liberto con fecha de caducidad, un espartano con ínfulas de bohemio y un librepensador lastrado por el existencialismo. En cuanto al por qué: simplemente es mi sino como producto del jazz moderno.


Has editado un fanzine (Cool Street) y has colaborado en unos cuantos más. ¿Sigues compartiendo con la humanidad tu sabiduría a través de artículos? ¿Si sí, dónde?

Gracias por el halago, aunque pienso que lo que Ud. llama sabiduría no va más allá de dedicación a la reflexión (la propia y la ajena). Y sí, en los últimos años he tenido una sección llamada Freak Show en la revista Miralls (una publicación subvencionada por el Instituto Valenciano de Arte Moderno) y a partir del mes que viene empezaré a colaborar en el blog de la televisión digital Ocio Urbano.


A mediados de la pasada década sales a palestra con tu debut, el libro de relatos Pequeños Freaks. ¿Por qué esa obra? ¿No te pareció demasiado "broma privada", poco o nada comprensible para los más?

Cuando tu cerebro es un estercolero, el contar historias es la mejor terapia para no acabar en la puerta de un colegio con sólo una gabardina y regalando “golosinas”. Y sí, fue una pequeña gran broma privada imbuida en ese animus fanzineril que tanto nos gusta y que tiene en la inmediatez, la irreverencia y la complicidad sus mayores aliados (o sus mayores enemigos, según se mire).


Por otro lado, también colaboraste con un magnífico relato en el errático El Retorno de los Teenagers, una suerte de repaso autobiográfico, perfecto para dar rienda suelta a esos lacrimales unidos al hipocampo. Cuéntanos cómo nació (y se desarrolló) la cosa.


Pues la cosa surgió hace años, cuando me pidieron que escribiera un artículo sobre la evolución del modernismo hispano y que, en un intento de huir del tópico, acabó siendo VEINTE AÑOS A 45 R.P.M.: un viernes cualquiera en la vida de un mod “cualquiera” y sus amigos en el año 85, 90, 95, 2000 y 2005. El libro en el que debía salir el relato nunca llegó a editarse y años después me lo encontré sorpresivamente publicado (y algo mutilado) en EL RETORNO DE LOS TEENAGERS.

El mundo del celuloide tampoco se ha librado de tus incursiones a través de un cortometraje que hizo época en el salón de tu hogar. ¿Serías tan amable de explicarnos cómo nació, de qué iba, y a qué oscuras pulsiones respondía la necesidad de concebirlo y rodarlo?

TARDE DE DOMINÓ, que así se llamaba el susodicho, trataba (como así rezaba su sinopsis) de cuatro amigos que utilizaban como excusa el dominó para disertar sobre las grandes cuestiones de su existencia: la mierda de perro, las mujeres de uniforme y otras facetas del romanticismo.

Si bien fue un hijo agradecido (pues fue seleccionado en un buen puñado de festivales y recibió premios de manos de Santiago Segura y José Antonio Quirós –aunque estoy firmemente convencido de que lo de la crisis del cine español comenzó ahí-), también fue una de las razones de optar por la narrativa como mecanismo para la eliminación del detritus mental. Porque lo de lidiar con el ego de los actores mientras el director de fotografía y el eléctrico se intentaban partir la crisma mutuamente a golpe de foco era un peaje demasiado caro para poder contar una historia. La experiencia me enseñó dos cosas. Una: para que un proyecto funcione lo mejor es que sólo dependa de ti. La llamada teoría del hombre-orquesta. Dos: un foco son doce puntos de sutura en la cabeza, una claqueta sólo seis. Elige siempre foco.

Finalmente te tomas tu tiempo para completar tu primera novela, aún inédita, El Día que a Dios le dio por existir (10 plagas y 20 canciones para la escoria del soul) ¿Nos puedes explicar la sinopsis, please?

Es la historia de cuatro fanáticos de la música afroamericana y un bulldog que tras dos días de excesos y jarana llegan a la conclusión de que el fin del mundo ha llegado y ellos son los elegidos para salvarlo. Vaya, lo que podría ser una revisión actualizada y lisérgica de las novelas de Los Cinco.


¿En quién te inspiraste a la hora de escribirla (autores, guionistas, cineastas, músicos... nos interesa saber/conocer cuantas más influencias mejor!)?


Sin lugar a dudas, la principal inspiración de la novela, aparte de las distintas subculturas en las que chapoteo, fueron los dementes de los que me rodeo. Tipos que llevan tantos años viviendo sus personajes que han acabado convirtiéndose en ellos. Si hubiera hecho caso a mi madre y a su “estos amigos no te convienen” nunca hubiera escrito esta novela. Tal vez me habría dedicado a la novela histórica o a los libros de autoayuda y mi trabajo sería escribir (si se puede llamar trabajo a hacer algo que te gusta) pero seguro que no me hubiera divertido tanto por el camino.

En cuanto a las influencias musicales, esta es una novela con banda sonora donde no falta buena parte de la mejor música de todos los tiempos: Marvin Gaye, Jimmy Reed, Laurel Aitken, Temptations, Nancy Wilson... En cuanto a las literarias, pienso que no existe ninguna inspiración consciente aunque estoy seguro de que todos esos autores que pasaron por mis manos mientras la escribía (Irvine Welsh, Palahniuk, Hornby, Sartre, Easton Ellis, Boris Vian, Huxley, Hermann Hesse, Ray Bradbury…) han ido dejando su poso. Por lo que se refiere a las reminiscencias cinéfilas no faltan 'Miedo y asco en Las Vegas', 'El día de la bestia' y un sinfín de citas tomadas prestadas a films de Tarantino, Ridley Scott, Peter Jackson, Scorsese… Vaya, que tonterías las justas.


¿Sigues repasándolo y modificándolo (refiriéndome, naturalmente, al manuscrito), o te has plantado en lo que decidiste que era el resultado inmejorable?


De momento sigo en la fase de mutilación y sutura. Un embarazo tan dilatado como el que acaba alumbrando (con cesárea) una novela siempre corre el riesgo de verse afectado por toda una serie de cambios personales que acaban metastatizando a tus criaturas. En mi caso lo de la corrección del manuscrito está siendo como ir en un endiablado tren-bala. Cada vez que acabo de repasarla se me ocurre releer alguna página al azar y acabo volviendo a empezar. Por eso es como un maldito tren-bala: si no te bajas en la última estación es imposible hacerlo hasta que de nuevo llegues al final del trayecto.


En caso de haber dado por cerrada la aventura de corregirlo, ¿estás ya trabajando en algo nuevo? ¿Puedes adelantar información al respecto?


Mi prioridad inmediata es acabar, de una vez por todas, de corregir la corrección corregida de la novela. Algo que debería estar finiquitado desde hace meses pero que proyectos de distinta índole (un comic-book con Alex Barbarroja, o la creación de una web) no han permitido.


¿Existen posibilidades a corto plazo de encontrar El Día que a dios le dio por existir (10 plagas y 20 canciones para la escoria del soul) en librerías o, si més no, de poder ordenarlo online?


Si a corto plazo se puede traducir como dentro del presente año: sí. Ya sea de una forma u otra la criatura verá la luz.


Por último, si lo deseas, puedes añadir cuanto te plazca: desde palabras de amor hasta amenazas de muerte o algo peor.


El fin del mundo ha llegado y vosotros sois los elegidos para salvarlo. He dicho.


Quedan avisados.



[En la imagen, Dani sosteniendo la bola recién extirpada del esófago de Olivia, su perra bulldog: “he padecido unas navidades toledanas donde esa suerte de cerdo-ibérico-con-piel-de-bulldog que poseo se ha dedicado a celebrar cada señalado día con festivales de la hez y el vómito, que han culminado con operación de urgencias por oclusión intestinal”]

10 comentarios:

  1. Dani, aquella persona que no creyo que mi conversacion era producto de mi tonteria innata y penso que era el alcohol, animalico, como se nota que no me conoce...

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  2. Conversación que pide a gritos una continuación, por cierto.

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  3. No, mi estimada Sara, lo que era producto del alcohol era mi cara de anonadado ante la cascada de erudición con la que me noqueó a esas horas de la madrugada. Un inmenso placer el conocerla y gracias por el calificativo (absolutamente inmerecido) de persona. Y sí, mi estimado don Alberto habrá (no lo dude) segundo round.

    El animalico

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  4. " Y sí, mi estimado don Alberto habrá (no lo dude) segundo round"

    ... cponvenientemente remojado por Grappa Nonino.

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  5. Renacentista en su amplio sentido con aspecto mod o...¿tal vez al contrario?, vivan los tipos creativos, los amantes de la buena música, los herejes de los "no tengo nada que decir" y los amigos, aquellos que van más allá de la felicitación en el facebook, que tras más de veinte años planean encuentros furtivos!!.
    Acabalo ya MAMÓN!!!

    12 de enero de 2010 18:02

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  6. No se puede dar voz a todo el mundo, si no pasa lo que pasa.
    Aristo, cumpliendo ordenes de "El corrector enmascarado".

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  7. Veo que no dejas nada al corrector implacable y que su literatura y/o gramática mejora con el paso de mi santa sapiencia.Enhorabuena, amigo....el corrector enmascarado....llabrés lleva acento en la "e".

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  8. El libro parece eso: una celebración (con corrector aplicado, o no!) de todas las cosas que valen la pena.

    A ver si tenemos ocasión de devorarlo cuanto antes!

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  9. Todos sabemos mi querido amigo que tu cerebro no es un estercolero, de lo que no estamos tan seguros es de lo de la gabardina y las golosinas. Felicidades por la entrevista y por tu cuasilibro, seguramente sea la tercera novela que termine de leer, despues de La historia interminable y PEqueños Freaks.
    Juanillo, John Connor no era el padre de Terminator.
    El padre del futuro dominador del mundo.

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  10. Hermano Llabrés,

    Secundo cuanto dicgho unos renglones más arriba. Si su cerebro fuese un estercolero, nadaríamos todas las mañanas en piscinas de mierda.

    Un abrazo!!!

    A-

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